La historia del emprendedor que esperó cuatro años para lanzarse y hoy crece al 115 por ciento
Ricardo Ghigliazza cuenta cómo surgió Bioesthetics, la cadena de centros de salud y estética que con tan sólo seis años de historia ya piensa en su internacionalización. Sus consejos para emprender y alcanzar el éxito.
La idea cruzó por su cabeza en 2006, cuando de viaje estaba en Alemania como espectador del Mundial de Fútbol que tuvo lugar allí ese año. Sin embargo, Ricardo Ghigliazza no se apresuró. Fue recién en 2010 cuando sintió que era el momento de lanzarse como emprendedor; entonces, vendió un inmueble y su auto, pidió un crédito a un banco y abrió su primera sucursal de Bioesthetics, una cadena de centros de salud y estética que ofrece tratamientos no invasivos. Hoy, seis años después, su compañía crece a tasas superiores al 100 por ciento anual y planea expandirse a Brasil y México.
“Tuve la oportunidad de viajar al Mundial de Alemania 2006 y la tecnología que vi en un spa de allí me llamó la atención”, relata Ghigliazza. Ese interés, asegura, se combinó con el recuerdo de su abuelo pediatra, y desde ese momento se dedicó a la investigación de las distintas tendencias y novedades en salud y estética. “Durante el primer año trabajé doce horas por día en el proyecto, y todo el equipo se concentró más en el aprendizaje que en los ingresos”, asegura. Y agrega: “Éramos como un instituto de investigación, teníamos a los profesionales súper formados pero la tecnología era tan nueva que había que relacionarse; incluso llegamos a enviarle informes sobre los resultados y descubrimientos a los propios fabricantes de los dispositivos”.
El paso decisivo para lanzarse tuvo lugar cuando el staff de la empresa sintió que sus conocimientos superaban a los de sus proveedores, revela el emprendedor, quien a la hora de destacar los elementos de valor agregado de su negocio enumera a sus recursos humanos, una ubicación estratégica –tiene su principal sucursal en Palermo– y tecnología, entre otros.
Según el gerente general de Bioesthetics, desde un primer momento su compañía buscó diferenciarse de los centros de estética fundados por médicos. “Tenemos una cultura empresarial; el médico estudia para salvar vidas, nosotros para crear experiencias beneficiosas y venderlas”, indica. Y asegura que no son los únicos players del rubro con esa mirada del negocio: “En 2004, el 70 por ciento del negocio de la estética estaba en manos de los cirujanos plásticos, y hoy el 80 por ciento se lo llevan los lugares como el nuestro; hay un cambio en la tendencia y ocurre porque esto es muy seguro, no hay casos de mala praxis”.
Aunque le va muy bien como emprendedor, Ghigliazza expresa que haber trabajado para grandes directores antes de lanzarse de forma independiente fue fundamental. “Todos tenemos una parte innata de emprendedurismo y otra que se desarrolla”, asegura. A la hora de emprender, el ejecutivo cree que las claves están en tener coraje, apuntar a la calidad, escuchar a las personas con las que se trabaja y defender la conciencia ambiental, además de tomar deuda cuando es necesario, pero teniendo en cuenta la tasa de interés.
“Decidirse a emprender es como empezar la dieta, no hay que postergarlo, hay que empezar mañana”, dice el emprendedor. Y añade: “No hay claves para el éxito, solo requiere perseverancia, sacrificio y trabajo”. Para lanzar su negocio, Ghigliazza sacrificó un inmueble y su auto, y asegura que hoy ese esfuerzo tuvo su recompensa. “Cerramos un 2015 con un 115 por ciento de crecimiento y con un 65 por ciento de recurrencia de nuestra clientes”.
El emprendedor de 36 años proyecta en grande. Hoy cuenta con 16 consultorios y 40 máquinas, pero su objetivo a futuro es llegar a las 60 sucursales en Argentina y otras en San Pablo, Brasil, y en México. -
Fuente de la Información: www.apertura.com