El plan del BICE para reinventarse con un plan de créditos para pymes
El banco público pasó por una lavada de cara con el cambio de gobierno. A solas con Apertura.com, el presidente del banco cuenta su estrategia para convertirse en una banca de desarrollo.
Pablo García lidera la nueva conducción del Banco de Inversión y de Comercio Exterior (BICE). Por mandato del Ministerio de Producción, ha reorientado la entidad para convertirla en unmarket maker, según sus propias palabras. Para complementar mercados, la banca prioriza la colocación de préstamos productivos para pymes, de forma directa y a tasas subsidiadas con el programa Primer Crédito Pyme. Y a largo plazo, con fondos internacionales, espera incentivar a que la banca comercial –y de “primer piso”, como se dice en la City- se vuelque definitivamente para extender el mercado financiero hacia donde hoy no parece apetecible.
Los préstamos del programa Primer Crédito Pyme van entre los $ 500.000 y los $ 5 millones, con plazos de 5 a 7 años. Las tasas son de 16% anual. Abarcan el 80% del proyecto de inversión, sin considerar IVA. Las consultas pueden resolverse desde la web del programa.
¿Qué objetivos se fijaron con el programa que están impulsando?
Tenemos dos grandes objetivos: apoyar el financiamiento de las pequeñas y medianas industrias, y desarrollar el mercado de plazos. Estamos orientados a la inclusión financiera y queremos que más pymes sean sujetos de crédito para el sistema bancario formal. Queremos ser el banco de las pymes. Por otro lado, tenemos una línea orientada hacia la masividad del financiamiento, y el tercer objetivo es fidelizar más pymes al mercado de capitales.
¿Quiénes pueden acceder al programa y dónde se notará la flexibilidad frente a la banca tradicional?
El programa Primer Crédito Pyme está orientado a pymes que no han sido financiadas en los últimos dos años. Queremos formar nuevos sujetos de crédito, para que los bancos no terminemos cazando siempre en el zoológico. La diferencia se va a notar en tres cosas: vamos a bajar la dificultad de completar una carpeta crediticia, con asistencia técnica horizontal. Después, contarán con una asistencia más vertical, para generar la carpeta de crédito y gente especializada que los ayudará en todo ese proceso. Además, se evaluará por un sistema descoring, que no solo contemple la información crediticia. Vamos a ver los proyectos más por su sustentabilidad que por la cualidad patrimonial de la empresa.
Esto implica un giro de 180° en la política del banco de los últimos años…
En nuestra visión, queremos ser un banco de desarrollo, que completa mercados. No competimos con el resto de la banca, sino que buscamos complementarnos. La gran diferencia es que no solo miramos la rentabilidad, sino el retorno social. Estamos dispuestos, si se quiere, a un análisis más flexible. Por eso tenemos una estrategia en tres ejes.
¿Qué cambió en el BICE con la nueva administración?
Fundamentalmente, el banco cambió de accionista: dejamos de responder al Ministerio de Hacienda y ahora estamos con el Ministerio de Producción. Por eso nos enfocamos en el sector productivo, primero apoyando los programas crediticios de la cartera, siendo vehículos para ejecutar parte de los programas crediticios del Ministerio, y por otro lado ajustando nuestras líneas crediticias a la política pública. El otro punto distintivo tiene que ver con fondear el banco: tenemos pocos activos respecto al patrimonio neto, y tenemos mucho por crecer. Estamos con una actitud muy agresiva, y por eso estamos fondeando el banco a través del mercado de capitales y junto a la banca multilateral. Nuestro fondeo es completamente distinto. También queremos federalizar el banco y llegar donde el resto de la banca no llega. Para eso, no pensamos abrir más sucursales, sino atender aquellos sectores adonde los créditos hoy no llegan. Si se quiere, buscamos un efecto de demostración para que el resto de los bancos lo haga. El programa Primer Crédito Pyme es un caso típico, y esperamos que el resto de bancos lo repliquen. Queremos ser un banco que fondea a los bancos para hacer lo que queremos que hagan.
¿El resto de los bancos, qué margen tienen para ofrecer estas líneas productivas?
Para el resto de los bancos apuntamos a desarrollar el mercado de plazos. El sistema está prestando a corto plazo porque su fondeo también es de corto plazo. Pero nosotros, al ser un banco cuasi soberano, podemos obtener fondeo de la banca multilateral. Entonces, podemos tomar esos recursos a largo plazo, bajarlos a los bancos y que lo ofrezcan a las empresas. Por supuesto, ellos podrán darle un spread, y nosotros negociaremos para que sea lo mínimo posible. Pero lo importante es conseguir fondeo a buenas condiciones.
¿Ya están en diálogo con los bancos?
Hoy por hoy, todas las líneas están activas para primer piso y segundo piso. Primer Crédito Pyme está listo desde el 1° de julio con $ 1.500 millones disponibles. Una vez que coloquemos todos esos recursos, vamos a evaluar si vale la pena hacer un cambio para hacerlo más eficiente, y si hay interés de los bancos, también para extenderlos.
Los préstamos generales a pymes los replicamos a las tasas de 22%, y ese es nuestro techo. Si resulta más barato, vamos a prestar a Badlar más 4,5 puntos, porque estamos convencidos que la tasa de interés va a bajar y 22% puede llegar a ser caro dentro de poco. Sobre ese techo del 22% aplicamos el subsidio de tasas que corresponde. Para el caso de Primer Crédito, hay seis puntos de subsidio de tasa.
¿Con qué herramientas de difusión van a llegar a las pymes?
Planeamos un poco de todo. Estamos pensando en la página, en eventos de difusión, en la promoción a través de los medios y queremos apoyarnos mucho en cámaras empresariales, para que sean un buen mecanismo. También lo difundiremos en los programas de la Secretaría Pyme de la Nación. Y con la Secretaría de Integración Productiva queremos trabajar con las provincias a nivel de difusión federal. Una de las ventajas del programa Primer Crédito Pyme es que lo hemos estructurado de una manera muy simple, y se hace casi todo de modo online.
Hay muchas pymes con números en rojo o pérdidas de rentabilidad… ¿cuál es su perspectiva para el segmento?
Paulatinamente está aumentando la demanda de financiamiento, hay buenos proyectos de inversión y por eso buscamos enfocarnos en la sustentabilidad del proyecto y no tanto en la situación patrimonial de las empresas. Eso servirá para que muchos se animen a presentarse. Ojalá se acabe el cupo y tengamos que disponer de más dinero. Queremos convencerlo de que financiarse puede ayudar mucho al proceso de expansión del negocio. Es nuestro rol como banca de desarrollo.
Usted viene del BID... ¿qué de esa experiencia traslada al BICE?
Yo me volví, después de muchos años de estar afuera, porque vi el potencial que tiene una banca de desarrollo, y cómo puede resolver fallas de mercado. Hay todo un rol que la banca puede jugar. En la Argentina, de alguna manera, eso no existía. El BICE funcionaba con un rol limitado, y hacía cosas que se pisaban con la banca comercial. Con esta orientación distinta, para completar mercados e incentivar los lugares correctos, es algo que hago desde hace tiempo y me gusta mucho la idea de poder hacerlo en el país. Cuando presentamos nuestro plan de negocio, le dijimos al Presidente que no queremos que nos midan por cuánto prestamos, sino por cuánto logramos que el sistema preste. Queremos que el sistema funcione hasta donde queremos que funcione.
¿Cómo les está yendo con la difusión de la producción argentina en el exterior?
La mitad del banco es comercio exterior. La mitad de los desembolsos del banco son en comercio exterior. Hoy por hoy, somos bastante eficientes financiando en dólares. Un tema que estamos empezando a trabajar en este nuevo contexto es trabajar en la posfinanciación de exportaciones, algo poco utilizado. Significa que el exportador puede financiar al comprador del bien argentino. Es decir que facilitamos el proceso de exportación, ofreciendo financiamiento.
¿Qué instituciones están prestando a la Argentina a través del BICE?
La primera línea fue con la CAF, donde renovamos. Con el China Development Bank estamos en proceso. Con el BID firmamos una línea de financiamiento sin garantía soberana, y estamos trabajando en dos líneas, con el Banco Mundial para fondeo de segundo piso y que canalicemos al resto de la banca comercial. Y queremos generar confianza dentro del sistema financiero, y que los distintos bancos nos vean como un buen fondeador y estén dispuestos a colocar los recursos donde queremos. Nos gustaría que en algunos años, así como hoy se habla del Badlar o de las Lebacs, se hable de la “Tasa Bice”, por su garantía a largo plazo. Queremos ser un market maker.-
Fuente de la Información: www.apertura.com